Estaba allí, dormido
Le ví desperezarse y sonreir
y toda la luz del mundo se concentró en un punto
todos los segundos del tiempo en un momento
Allí vivía el amor
Sólo cuando le miraba
Sólo cuando no pensaba ni veía
Sólo mientras quiso
Las olas gigantes azotaron el mundo
y el viento conquistó los valles
El estruendo no cesó
ni regresó aquella primavera,
sino otras, de colores gastados.
El aire pesa y huele a las cenizas de los hombres
y las palabras que quedaron se hicieron cuchillos
Desterraron a los locos y los magos
a las tierras yermas bajo la luna oscura del norte,
dónde sólo se escucha el grito de las flores.
Y el vencedor llevó tu nombre.
Pero yo sé dónde vives;
sólo cuando te miro,
cuando no pienso ni veo,
sólo mientras quieres.